Cada 20 de mayo la sociedad uruguaya ocupa la avenida principal de Montevideo y las calles de varias ciudades del interior para manifestarse en homenaje a las víctimas de la dictadura cívico militar, en reclamo al derecho a la verdad y en repudio a las violaciones de los derechos humanos. Convocada por Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos esta movilización se diferencia de otras manifestaciones públicas porque la pauta es marchar “en silencio, sin banderas ni consignas partidarias”.
En el marco de la edición número 29 de la Marcha del Silencio compartimos las líneas de investigación y trabajos que desarrollan docentes de Facultad de Artes de la Universidad de la República (Udelar).
Palabras clave: silencio, semiótica de la escucha, semiótica de la resistencia
Sebastián Nabón es Licenciado en Música, opción Composición y docente del Instituto de Música. Recientemente, en abril de 2024, obtuvo el título de Magíster de la Maestría Interinstitucional en Música (Minter) desarrollada por convenio entre la entonces Escuela Universitaria de Música de la Udelar y la Universidad Federal de Río Grande del Sur. Su tesis se tituló “Lo silente desde el proceso compositivo”.
En 2022 participó en el Congreso Internacional de Semiótica realizado en Grecia donde también allí su reflexión giraba en torno a la noción del silencio. Nabón cuenta que “el silencio se presenta como un elemento cultural; al igual que las palabras y el lenguaje se manifiesta de diversas formas en nuestras vidas, algunas elegidas y otras impuestas. Reflexionar sobre el silencio nos permite potenciar y desarrollar diferentes formas de escucha, así como ampliar nuestras sensibilidades y significados”. Si bien este trabajo lo inicia partiendo desde distintos fundamentos teóricos y desde el proceso creativo sonoro musical; también retoma la estética silente desarrollada por compositoras como Graciela Paraskevaídis, desde una posición política e ideológica contra el terrorismo de estado y además contra el silenciamiento del discurso dominante en el campo musical.
Actualmente se encuentra finalizando su segunda maestría en Semiótica en University of Tartu, Estonia. En pocos días será la defensa de su tesis. Su investigación retoma el concepto de silencio y se pregunta “cómo los compositores del Minimismo Latinoamericano incorporaron el silencio en sus identidades estéticas y lo transformaron en la principal arma contra el silenciamiento del discurso dominante”. En esta nueva tesis analiza las obras Austeras (1975/77) de Oscar Bazán y Todavía no (1979) de Graciela Paraskevaídis a través del marco teórico y metodológico de la Semiótica Existencial y Semiótica de la Resistencia del musicólogo y semiólogo Eero Tarasti.
De esta forma se propone también comprender las relaciones de poder, cultura y resistencia “La Semiótica de la Resistencia de Tarasti ofrece un marco teórico fructífero para analizar cómo las prácticas estéticas pueden ser entendidas como formas de resistencia frente a las estructuras de poder dominantes”, entendidas como estrategia para subvertir las narrativas hegemónicas y desafiar otras formas de opresión. En ese marco, pone énfasis en que es clave “considerar las dimensiones estéticas en el análisis de la resistencia cultural”. Y señala “la necesidad de reflexionar sobre el papel de los intelectuales en la construcción de contra-hegemonías que promuevan la diversidad cultural y la justicia social”.
Resumen de la tesis de Maestría en Semiótica
Esta tesis explora las implicaciones del silencio como símbolo dinámico cultural, examinando su cambio conceptual existencial de la negación a la afirmación desde la Segunda Guerra Mundial hasta finales del siglo XX. Se centra en su papel en el ámbito de la composición musical, desde la concepción del silencio como vacío hasta un medio expresivo. Diferentes artistas y estudiosos se han centrado en el fenómeno del silencio. John Cage, por ejemplo, ha desafiado la percepción del silencio como una ausencia total de sonido que aboga por una experiencia auditiva y un significado particulares. Salome Voegelin ha subrayado la interacción entre el entorno, el cuerpo desde una perspectiva de escucha y los contextos comunicativos donde la experiencia efímera pide ser transmitida. Otros estudiosos como Dennis Kurzon y Bernard Dauenhauer han subrayado la unión indivisible entre silencio, palabra y discurso. Así, este estudio pretende amalgamar estas perspectivas, encontrando rasgos comunes en una concepción del silencio como modalidad de escucha, y comprender su aplicación en el minimismo latinoamericano como forma de resistencia contra el discurso dominante del poder silenciador en el campo de la música. Dentro del marco teórico y metodológico de la Semiótica Existencial y la Semiótica de la Resistencia, propuesto por Eero Tarasti, la tesis condensa procesos sociales e históricos en situaciones musicales, mostrando la transformación de la concepción del Silencio en una estética sonora. Se compromete a dilucidar el silencio como símbolo cultural dinámico y su papel multifacético en la percepción audible contemporánea.