Cuando las líneas se tocan

Tangente, un grupo integrado por docentes, egresados y estudiantes del Instituto de Música de Facultad de Artes realiza desde el año 2006 un recorrido propio de exploración musical y puesta en escena. El nombre del grupo evidencia el cruce de disciplinas artísticas. En su trillo se han sucedido diversas conformaciones. Actualmente Marcelo Rilla (voces, bandoneón, teclado y sintetizador), Mauricio Ramos (batería, percusión y coros), Ignacio Correa (bajo y coros) y Juan Martín López (voces y guitarra eléctrica) son los responsables de llevar adelante “Solsticio en caverna” su tercer trabajo discográfico, a partir del cual montan no solo una obra musical, sino que juegan con diversos lenguajes en una propuesta performática, inmersiva y que remite a la cámara oscura, en pleno Jardín Botánico.

Conversamos con Juan Martín López, egresado de nuestra casa de estudios, sobre el surgimiento del grupo, producto del intercambio artístico y académico en el seno de la entonces Escuela Universitaria de Música (EUM).

Fotografía donde se ve un espacio de área verde en el jardín botánico, personas sentadas en primer plano y al fondo una especie de domo, carpa blanca

– ¿Cómo surge el proyecto Tangente?

Es un proyecto que iniciamos junto a Mauricio Ramos en 2006. Teníamos intereses similares, sobre todo una necesidad de crear un espacio para tocar y en donde pudiéramos experimentar con la música. También se dió que ambos compartimos una pasión por el uso de herramientas matemáticas para componer, esto sin duda marcó nuestra identidad como grupo. Otro ingrediente fue la contemplación, el interés por la naturaleza, por el tiempo, el sonido y la escucha. Después el grupo tiene varios surgimientos más, durante dieciocho años de existencia se puede decir que fuimos varias bandas distintas. La época de dúo con Mauricio [Ramos], el tiempo que tocamos y grabamos con Lucas Lessa y Emiliano Pereyra, algunas presentaciones que hicimos con Martín Sierra. Luego vino el grupo de Arbueleños, con Rodrigo Domínguez, Nicolás Grieco, Emiliano [Pereyra] y la participación de Marcelo Rilla, que luego marcaría otra etapa más con «Solsticio».

– “Solsticio en caverna” ha ganado los Fondos Concursables para la Cultura 2022 del Ministerio de Educación y Cultura, y se presenta el próximo sábado 30 de noviembre y domingo 1 de diciembre en el Jardín Botánico ¿en qué consiste?

Es la realización escénica del último álbum de la banda. Tuvimos la idea de construir una especie de “caverna” a raíz de querer imitar los antiguos dólmenes que usó la humanidad para medir el inicio de las estaciones, los solsticios. Estas cavernas tenían una abertura por la cual en determinado momento del año ingresaba la luz del sol iluminando el interior de formas peculiares. En esa investigación nos encontramos con el fenómeno de la cámara oscura y la idea de proyectar el exterior en el interior. Hay algunos estudios que aseguran que en el paleolítico se utilizaban estas proyecciones para dibujar en el interior de cavernas o tiendas. En esta investigación también fue muy importante el intercambio con Cecilia Graña, artista y profesora de filosofía, quien señalaba lo interesante de la puesta en escena en tanto proponía una revisión de algunas dicotomías realidad-ficción, luz y verdad en oposición con oscuridad y engaño. De alguna manera entendimos que la propuesta daba vueltas entre todas estas ideas. El dispositivo escénico, el domo, se transforma a medida que la música va transitando por los distintos temas de «Solsticio» jugando con constelaciones de pequeñas entradas de luz, efectos de iluminación sobre los cuerpos y el vestuario, estenopos que se abren y proyectan el exterior de forma invertida y otros efectos visuales que se generan manipulando estas entradas de luz desde el interior de la carpa.

– ¿Qué herramientas te aportó estudiar en la ex EUM que considerás importante para mantener este tipo de proyecto?

La EUM fue fundamental para la existencia de Tangente, fue ahí donde nos conocimos con Mauricio y en donde conocimos a la mayoría de los músicos que integraron la banda en todo este tiempo. También puede decirse que nuestras búsquedas musicales están muy influidas por esta etapa de formación, muchos procesos compositivos tienen puntos en común con músicas que estudiamos en las clases de composición, de instrumento, taller forma y sonido, análisis, etc. Por otra parte siempre quisimos mantener a Tangente con un espíritu de banda, ya sea por los lugares en los que tocamos como por las dinámicas interpersonales. Es decir que si bien hay muchas influencias de lo académico la impronta del grupo en vivo tiene mucho más que ver con el rock o la música popular.

Deben ser innumerables las herramientas que la EUM nos proporcionó para llevar adelante a Tangente, desde la escritura de arreglos, diferentes estrategias de notación musical, herramientas matemáticas para componer, interacción con instrumentos digitales en tiempo real, la práctica en conjunto, la improvisación, la escucha de una cantidad muy amplia de estilos y épocas que durante la carrera se nos dieron a conocer, etc. Otro aporte que reconozco de mi experiencia en la EUM fue la gestión colectiva de festivales, conciertos, etc. En particular los proyectos «Aves Errantes», «Forma y Sonido», el eMe [Estudio de Música Electroacústica] y el NMN [Núcleo de Música Nueva de Montevideo]. En estos espacios se puede decir que tuve las primeras experiencias de participación en conciertos y eventos musicales autogestionados.

Creo que la gestión de un proyecto musical hoy en día abarca una cantidad de aspectos extra musicales que para mí hoy son uno de los principales desafíos. Son desafíos porque entiendo que son el principal escollo para la supervivencia de estos colectivos. Entiendo que la gestión de una banda como Tangente implica una militancia por tratarse de músicas que no apuntan al consumo masivo y por lo tanto sustentar este colectivo es un problema no menor. Nuestra gran limitante es el tiempo que nos queda libre para dedicarle a Tangente. A medida que uno va creciendo estos tiempos tienden a achicarse y entonces surge el límite, para mi ese es el techo que tenemos.

Ahí creo que la Facultad de Artes tiene un desafío también, en formar e informar sobre dificultades y estrategias para llevar adelante un proyecto de banda, colectivo artístico o lo que sea. Creo que la formación ha cambiado bastante desde que yo cursé hasta ahora, pero sería bueno que el título de licenciado en música, de interpretación, etc, dé herramientas al estudiante que le permita reflexionar sobre los aspectos laborales y posibilite generar estrategias para cambiar la realidad del trabajo en la música, un trabajo que hoy está súper precarizado.  

Bandcamp de la banda: https://tangente.bandcamp.com/music

Instagram de la banda: https://www.instagram.com/tangentemusica

Spotify de la banda:

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